
CONCENTRACIONES
Las propiedades del anticongelante varían en función de su concentración, a mayor cantidad de agua mayor capacidad refrigerante, pero menor protección anticorrosiva y efecto anticongelante. A mayor cantidad de etilenglicol, menos capacidad refrigerante, pero mayor poder anticorrosivo y anticongelante, además de menores perdidas por evaporación.
El líquido refrigerante se comercializa en gran cantidad de formatos, pero se pueden hacer dos grandes grupos: concentrado o de uso directo. El concentrado está concebido para ser diluido en agua por el usuario con la concentración que necesite. Lo más aconsejable es que se añada agua destilada para hacer la mezcla, y si no se dispone de ella, con agua para el consumo humano con la menor cantidad de minerales e impurezas posible. En algunos casos, el fabricante contempla en las características del producto si esta previsto su uso con agua corriente.
La siguiente tabla puede usarse como guía orientativa para calcular las proporciones de anticongelante puro y agua, pero es cada fabricante el que debe indicar las características de su producto.
El refrigerante de uso directo viene preparado para que el usuario no tenga que hacer nada, únicamente verter el producto en el circuito. Este se comercializa en numerosas concentraciones 50%, 40%, 30%, 25%, etc. Este porcentaje hace referencia a la cantidad de anticongelante en el producto final, es decir, que un producto al 30%, tiene 30 partes de anticongelante y 60 de agua.
En los vehículos actuales no es recomendable una concentración inferior al 30% (-18oC). La proporción más aconsejable es al 50% (-40oC).
La mejor capacidad anticongelante se obtiene con una concentración del 67%, y se consigue una temperatura de congelación de -70oC. A partir de esta concentración, la temperatura de congelación se eleva, por lo que no se debe sobrepasar esta proporción.
El resto de propiedades protectoras también aumenta con la concentración y el punto de ebullición llega a los 140oC.
RECOMENDACIONES
Por norma general se recomienda cambiar el líquido refrigerante cada dos años, de no ser que el fabricante especifique lo contrario.
Esta recomendación no se debe a que el refrigerante pierda propiedades anticongelantes, sino las de protección anticorrosiva y antiebullición que son reducidas por el ataque de los compuestos ácidos provenientes tanto de la oxidación, como de los gases de la combustión. La perdida de estas propiedades puede dañar componentes del sistema como radiador, conductos, termostato, etc.
Es necesario sustituir el líquido refrigerante después de cualquier reparación del circuito, ya sea en el motor, manguitos o radiadores, ya que el producto puede entrar en contacto con agentes que lo contaminen y reduzcan su pH, lo que genera la perdida de las propiedades citadas.
Es importante destacar que algunos tipos de anticongelantes son incompatibles entres si y solo pueden ser mezclados con otros del mismo tipo. Esta información la suele dar el fabricante en la etiqueta, diciendo si es compatible o no con otros productos.
Estos líquidos refrigerantes tienen base de agua, por lo que es muy fácil su manipulación fraudulenta aumentando la cantidad de esta. Hay en el mercado muchos productos con más cantidad de agua de la indicada y con muy pocos aditivos. Por lo que recomendamos usar siempre líquidos refrigerantes de calidad, de una buena marca y con homologación de garantía.
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